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21 марта - День независимости Намибии.

«ЗАПИСКИ ВОЕННОГО ПЕРЕВОДЧИКА»

Воспоминания военного переводчика группы СВС при СВАПО в Анголе, 1978-1980 гг. Михаила Власенко.
UNION DE VETERANOS DE ANGOLA
UNIÓN DE VETERANOS DE ANGOLA
Organización social
 
                Al pasar casi 30 años después de haberse declarado la independencia de Angola en noviembre de 1975, en su tierra atormentada seguía continuando la guerra, durante la cual aquel estado se enfrentó con una agresión externa por parte de la República Sudafricana y Zaire y con una fuerte presión interna de opositores armados. Los primeros en extender la mano de ayuda a los patriotas angoleños fueron Cuba y la URSS.
 
            La Unión Soviética y la República de Cuba, a partir de mediados de los años 70 y hasta fines de los años 80 del siglo XX, prestaron una enorme asistencia militar y económica a la República Popular de Angola, cuyo gobierno, encabezado por el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), había optado por construir una sociedad justa, libre de discriminación racial y explotación social en el país. Aquella ayuda fue uno de los factores principales, gracias al cual, Angola en adelante ha conservado su soberanía, independencia e integridad territorial y hoy es un estado africano amigo de Rusia y Cuba.
 
            Con el objetivo de reunir a los ciudadanos que en diferentes épocas estuvieron en Angola con la misión internacionalista, en el año 2004 se fundó en Rusia una organización social de participantes en la ayuda internacional a la República de Angola, denominada Unión de Veteranos de Angola. La Unión de Veteranos de Angola fue inscrita en el Registro Único Estatal de Personas Jurídicas de la Federación Rusa el 17 de noviembre del año 2004 con el certificado de registro N° 16385.
           
            Según las cláusulas de los Estatutos, los miembros de la organización pueden ser también ciudadanos extranjeros que participaron de la ayuda internacionalista al pueblo de Angola (incluyendo Cuba) y que aportaron considerablemente a la lucha por la liberación nacional e independencia de este país.
 
Un poco de historia
 
Al llegar al poder en Portugal, en abril de 1974, el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), el nuevo gobierno democrático del país decidió otorgar la independencia a Angola. El movimiento nacional de liberación de esta ex-colonia de Portugal estaba representado por tres organizaciones: Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA, con su líder A. Neto) que desde principios de los años 60 del siglo XX recibía ayuda por parte de la Unión Soviética y Cuba; Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA, con su líder J. Roberto) alineado a los EE.UU., Francia, Zaire y otros países occidentales; UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), cuyo líder J. Savimbi también recibía ayuda de los EE.UU. y una serie de países occidentales, y que posteriormente, en un acto sin precedentes en el movimiento nacional de liberación de África, pidió ayuda militar directa al régimen del apartheid de la República Sudafricana.
           
El nuevo gobierno portugués reconoció estas tres organizaciones como partes oficiales en las negociaciones enfocadas a la creación de condiciones legales para el traspaso del poder en Angola al pueblo de este país, incluyendo la efectuación de elecciones libres a la Asamblea Constituyente. De acuerdo con el Tratado de Alvor (Portugal) del 15 de enero de 1975, firmado entre el gobierno de Portugal, por una parte, y MPLA, FNLA y UNITA, por la otra, la declaración de independencia de Angola y el traspaso del poder al gobierno de coalición fueron fijados para el 11 de noviembre de 1975.
           
Sin embargo, por antiguas divergencias políticas entre MPLA, FNLA y UNITA, el gobierno de coalición para la transición, formado por ellos, pronto se escindió. A medida que se aproximara el 11 de noviembre, las contradicciones entre MPLA, FNLA y UNITA se acrecentaban y se traducían en enfrentamientos armados entre sus partidarios. Aquellos enfrentamientos tuvieron inicio en la primavera de 1975.
           
El FNLA y la UNITA al crear prácticamente una coalición, se esforzaban por aislar el MPLA mediante la fuerza armada. El primer “violín extranjero” en la lucha por la separación del MPLA de la palestra política lo tocaban los Estados Unidos. El entonces director del Departamento Operativo de la CIA estadounidense para África Sr. Costello declaró: “Nuestro objetivo es neutralizar el MPLA por medio de la fuerza militar antes que se efectúen las elecciones de octubre”.
           
El 25 de julio de 1975, el líder del FNLA J.Roberto, públicamente exhortó a sus partidarios a “una guerra total” contra el MPLA y ordenó que sus patrullas armadas se apoderaran de Luanda. “Vamos a Luanda no para negociar sino para tomar en nuestras manos la gestión del país”, declaró el 24 de julio en una entrevista con el corresponsal de la “France Press”. Tras el FNLA, el líder de la UNITA J. Savimbi declaró la guerra contra el MPLA.
 
            El 22 de agosto de 1975, las tropas de las fuerzas regulares de la República Sudafricana invadieron las proximidades de Angola. Oficialmente aquel paso se dio bajo la excusa de garantizar la seguridad de la central hidroeléctrica de Calueque ubicada en la frontera entre Angola y Namibia en el río Cunene. Las tropas de la República Sudafricana se apoderaron de la central hidroeléctrica de Calueque y ocuparon el territorio aledaño. Anteriormente, para apoyar el FNLA, las regiones norteñas de Angola habían sido invadidas por tropas de las fuerzas regulares de Zaire. Hacia mediados de mayo de 1975, el contingente zaireño en Angola contaba con cerca de 1200 hombres. Aquel contingente luchaba al lado del FNLA contra los activistas del MPLA en las provincias del norte de Angola y, asimismo, apoyaba a las fuerzas del movimiento separatista FLEC en Cabinda.
 
Importancia decisiva de la ayuda cubana a Angola
 
            En la primavera de 1975, el presidente del MPLA A. Neto se dirigió al gobierno cubano pidiendo ayuda para organizar la instrucción militar de los ex-guerrilleros del MPLA. A inicios de agosto de 1975, en Luanda ya actuaba una pequeña misión militar cubana encabezada por el coronel Raúl Díaz Arguelles que posteriormente pereció heroicamente en el combate contra los intervencionistas sudafricanos.
 
            Ante la creciente ayuda de los países occidentales al FNLA y UNITA, la jefatura del MPLA pidió al gobierno de Cuba que enviara a sus instructores militares a Angola. El primer contingente importante de instructores cubanos (142 hombres) llegó vía aérea al territorio controlado por el MPLA, en la provincia de Cabinda el 1 y 3 de octubre de 1975. Luego, en la ciudad de Porto Amboim, en la parte continental de Angola, controlada por el MPLA, y en el puerto congolés Pointe-Noire, se desembarcaron cerca de trescientos instructores cubanos que habían llegado a bordo de las embarcaciones cubanas “Vietnam Heroico”, “El Corals Islands” y “La Plata”. Todos los instructores eran voluntarios.
 
            El objetivo de los instructores cubanos no era participar en combates sino entrenar a tropas militares de las fuerzas armadas “FAPLA”, creadas por el MPLA en cuatro centros de preparación revolucionaria (CPR). Se planeaba ubicar aquellos centros en Benguela, Enrique de Carvalho (Saurimo), Cabinda y Ndalatango, ciudades controladas por el MPLA. Con la ayuda de los cubanos se planteaba formar y entrenar al personal para 16 batallones de infantería de las FAPLA y escuadras para 25 baterías antiaéreas y de morteros.
 
            Sin embargo, el 14 de octubre de 1975, comenzó una invasión de gran escala a Angola de tropas de la República Sudafricana desde el territorio de Namibia (la operación “Sabana”). Dentro de las tropas de la República Sudafricana que se dirigían a Luanda, había formaciones del FNLA y UNITA. Simultáneamente, las fuerzas del FNLA apoyadas por tropas zaireñas emprendieron una decisiva ofensiva a Luanda desde el norte. La situación de los combatientes de las FAPLA que contaban apenas con varios centenares de instructores cubanos, llegó a ser crítica.
 
            En ese momento Cuba tomó la decisión de prestar ayuda militar más sustancial al MPLA y enviar a Angola tropas cubanas regulares. Aquella decisión no era fácil para tomar. El miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba J. Risket recuerda: “Teníamos que elegir entre sacar a los instructores y dejar Angola o enviar tropas especiales”. La operación de traslado de las tropas a Angola adquirió el nombre codificado de “Carlotta” por el nombre de una esclava de raza negra llevada a Cuba de África, y que encabezó en 1843 la rebelión contra los opresores.
 
            Un grupo tropas especiales del Ministerio del Interior de Cuba fue el primero en transferirse a Luanda, que conjuntamente con los instructores militares cubanos que se encontraban allí, jugó el papel decisivo en la protección de Luanda contra la ocupación intervencionista extranjera. La operación “Carlotta”, iniciada el 7 de noviembre de 1975, fue una acción de respuesta a la abierta agresión de la República Sudafricana y Zaire contra Angola.
           
Precisamente gracias a las tropas cubanas fueron logrados éxitos decisivos en los combates contra las tropas sudafricanas que apoyaban a la UNITA, y contra las unidades zaireñas, en las cuales estribaba el mando del FNLA. Una de las grandes batallas de aquella guerra tuvo lugar entre el 23 de octubre y el 10 de noviembre de 1975 cerca de Luanda, en la región de Quifangondo (La Batalla de Quifangondo). Nada más a decenas de kilómetros de la capital del país fue detenida y derrotada la columna de tropas del FNLA compuesta por soldados de la UNITA, dos batallones de élite de tropas zaireñas y alrededor de ciento cincuenta ex-comandos portugueses, lo que totalizaba cerca de 3500 hombres apoyados por autos blindados AML-90 y AML-60 y artillería de largo alcance de la República Sudafricana.
           
Les hacían frente cerca de mil soldados de las FAPLA, entrenados de prisa, y 230 militares cubanos, incluyendo el grupo especial de operaciones recién llegado de Cuba. Con evidencia las fuerzas eran desiguales, tomando en cuenta que el ataque del FNLA se apoyaba también por la aviación sudafricana. Sin embargo, la columna del FNLA y las tropas zaireñas sufrieron derrota. Aquella victoria fue conseguida no sólo gracias a la maestría guerrera y heroísmo de los militares angoleños y cubanos, sino tambien gracias al uso, inesperado para el enemigo, de pertrechos de alta efectividad (BM-21 “Grad”) de fabricación soviética, que habían sido enviados de la URSS en la víspera de la batalla.
El cubano Jose M. Ortiz en su libro Angola: un abril como Giron” decía: “En esta situacíon se materializó la ayuda soviética: llegaron los tan esperados BM-21 “Grad” y todo empezó a cambiar radicalmente. Cuando la artillería reactiva entró en combate se salvó la capital. Las bajas del enemigo fueron tremendas”.Debido a la victoria de las fuerzas unidas del MPLA y Cuba en Quifangondo, el 11 de noviembre de 1975, y según lo previsto por el Tratado de Alvor, se proclamó la independencia de Angola en Luanda.
 
 La ayuda soviética a Angola
 
            En la víspera de la independencia, la Unión Soviética prestaba ayuda militar al MPLA por tres líneas: suministro de pertrechos, armamentos y municiones; admisión de activistas del MPLA en instituciones militares de la URSS para estudiar; envío de especialistas militares soviéticos para instruir a los angoleños. Simultáneamente, se suministraban pertrechos y armamentos a los voluntarios cubanos en Angola.
           
Sin embargo, antes de proclamarse la independencia de Angola, las armas no podían ser entregadas, y los especialistas militares no podían ser enviados directamente al país. Por ello, la ayuda militar soviética al MPLA se efectuaba a través del territorio de la vecina República del Congo (Congo- Brazzaville). Después de haberse proclamado la independencia de Angola, aquella ayuda creció constantemente. Fidel Castro, reconociendo su decisiva importancia, dijo: “Angola no tendría ninguna perspectiva si no fuera por la ayuda, material, técnica y politica de la URSS”.
           
Tan sólo en octubre de 1975, los aviones de transporte militares de las fuerzas aéreas de la URSS efectuaron hasta 40 vuelos suministrando armamento y pertrechos al aeropuerto de Congo (Brazzaville) para el MPLA. Los vuelos fueron realizados por los aviones An-22 y An-12 de la división soviética de transporte militar “Mginski” condecorada con la Orden de la Bandera Roja. De allí, las armas se transportaban por mar en buques cubanos a las regiones de Angola controladas por el MPLA.
             
El 1 de noviembre de 1975, el primer grupo de especialistas militares soviéticos y traductores compuesto por 20 personas llegó a Congo-Brazzaville (Pointe-Noire). Con la ayuda de los militares soviéticos se organizó en Pointe Noire un centro improvisado para enseñar a los militares cubanos y angoleños a manejar el complejo misilístico antiaéreo “Strela-2M”. El 16 de noviembre de 1975, ya después de haberse proclamado la independencia de la República Popular de Angola, aquel grupo, junto con los especialistas recién llegados de la URSS, fue transferido a Luanda para organizar allí centros de entrenamiento de las FAPLA.
Hoy, los activistas de la Unión de Veteranos de Angola celebran anualmente en Rusia el 16 de noviembre como el Día del Veterano de Angola.
 
            En total, en el periodo entre 1975 y 1991, con el objeto de prestar ayuda en la organización del ejército nacional, rechazo de la agresión externa, en Angola estuvieron cerca de 12000 militares soviéticos, entre ellos 107 generales y almirantes, 7211 oficiales, más de 3500 alféreces, soldados, obreros y empleados del ejército soviético y de la marina de guerra, sin contar a los miembros de sus familias. Además, cerca de la costa de Angola hicieron su servicio miles de marineros soviéticos que se encontraban a bordo de los barcos de guerra. En Angola trabajaron centenas de pilotos de la aviación militar y de transporte.
A partir de 1961, cuando empezó la lucha armada del pueblo angoleño por su independencia, y hasta enero de 1995, en la URSS y Rusia se entrenaron 6985 militares angoleños, entre ellos 3358 personas para las tropas de infantería, 1084 personas para las tropas antiaéreas, 1310 personas de la fuerza aérea militar, 591 personas de la marina de guerra y cerca de 1000 trabajadores de retaguardia y otros especialistas.
            Durante tan sólo 10 años, de 1978 a 1988, se enviaron de la URSS a Angola para el ejército angoleño y cubano cerca de 700 tanques (T-34-85, T-54/55, PT-76 y T-62); más de 800 carros blindados (BTR-152), BTR-60PB y BRDM-2); 400 BMP-1 y BMP-2; más de 2000 piezas de artillería y morteros de diversos sistemas y calibres; mas de 1000 piezas antiaéreas (cañones antiaéreos de 57mm y 37mm, ZSU-23-4M “Shilka”, ZU-23, ZGU-1, 14,5mm ZPU-4), 164 aviones de combate (Mig-17F, Mig-21PFM y Mig-21BIS, Mig-23ML, Su-22M4, Su-17, Su-25K); 156 helicópteros de combate y transporte (Mi-8, Mi-17, Mi-25 y Mi-35); 100 complejos misilísticos antiaéreos tanto estacionarios como móviles (C-75M1 “Volga”, C-125M1A “Pechora”, “Kvadrat”, OSA-AK, Strela-10M y Strela-1); más de 1500 complejos misilísticos antiaéreos portables (Strela-2M, Strela-3 e Igla-1M), así como cerca de 20 barcos de combate y lanchas, gran cantidad de autotransporte y otros equipos y armamentos.
 
Batalla de Cuito Cuanavale
 
            El contingente militar cubano que llegó al país por invitación de los dirigentes del MPLA, permaneció en Angola más de 15 años. Con su ayuda fue rechazada la agresión de la República Sudafricana contra Angola en 1975-1976, se previnieron otras provocaciones armadas por parte de la República Sudafricana contra el país soberano. En 1987-1988, las unidades cubanas participaron en la gloriosa batalla de Cuito Cuanavale, la ciudad que adquirió el nombre de “Stalingrado africano”. En agosto de 1987, como resultado de una gran operación militar de las fuerzas armadas de Angola, preparada con la ayuda de los asesores militares soviéticos en la provincia de Cuando Cubango, las bandas armadas de la UNITA se encontraban en una situación crítica. Surgió la amenaza real de que la UNITA perdiese su así llamada “base avanzada” en Mavinga.
 
            Tratando de evitar la derrota total de su aliado fiel en la región - la UNITA, el ejército sudafricano invadió de nuevo las cercanías de Angola. Fue la decimocuarta invasión de gran escala al territorio de Angola a partir de la proclamación de la independencia del país. Para ayudar a las brigadas angoleñas que se encontraban en una situación crítica cerca de Cuito Cuanavale, urgentemente fueron transferidas allá unidades cubanas reforzadas con tanques. A 16 de noviembre de 1987, las unidades cubanas y angoleñas detuvieron el avance de las tropas sudafricanas y de la UNITA en las inmediaciones de Cuito Cuanavale.
 
            Durante los posteriores combates en 1988, las tropas cubanas prácticamente obligaron a los sudafricanos no sólo a abandonar el territorio de Angola, sino que también a dejar Namibia ocupada por ellos. Mientras que los defensores de “Stalingrado africano” se defendiesen, La Habana preparaba una ofensiva. Según Fidel Castro, los cubanos actuaban “como un boxeador que con la mano izquierda detenía al adversario y con la derecha golpeaba”. De la Isla de la Libertad fueron transferidas unidades de la 50° división de las Fuerzas Revolucionarias de Cuba,  apertrechadas con tanques soviéticos T-62. Los pilotos expertos cubanos de aviones Mig-23ML llegaron a Angola también, y de la URSS fueron enviadas nuevas partidas de armamentos, repuestos y municiones.
 
            Las unidades blindadas cubanas que se habían desembarcado en la costa atlántica de Angola, efectuaron un asalto disimulado a través de Lubango y Matala y avanzaron en dirección de Cahama y Ondjiva hacia la frontera con Namibia. Para finales de mayo de 1988, las unidades cubanas y angoleñas con combates se acercaron a la frontera de Angola con Namibia. El 27 de mayo de 1988, los aviones de la fuerza aérea de Angola, pilotados por cubanos, efectuaron un bombardeo masivo de las posiciones de tropas sudafricanas en la región de Calueque, en la frontera entre Angola y Namibia.
 
            Aquellas acciones decisivas de los cubanos obligaron al régimen del apartheid de la República Sudafricana a negociar, y como resultado, el 22 de diciembre de 1988, en Nueva York se firmó el acuerdo sobre la retirada total de las tropas sudafricanas de Angola y otorgación de la independencia a Namibia. El acuerdo preveía también la retirada de las tropas cubanas de Angola.
            La victoria en los combates de Cuito Cuanavale llevó no sólo a la liberación de Namibia, sino que también aceleró el desmontaje del sistema del apartheid en la República Sudafricana y llegada al poder del gobierno del Congreso Nacional Africano. El primer presidente de raza negra de Sudáfrica, Nelson Mandela reconoció: “Cuito Cuanavale fue el punto crucial en la guerra por la liberación de mi pueblo del apartheid”. He aquí la opinión del dirigente cubano Fidel Castro: “Las generaciones nuevas deben saber que el fin fue puesto al apartheid en Cuito Cuanavale y en el sureste de Angola con la participación de más de 40 mil combatientes cubanos junto con los soldados angoleños y namibios”. En diciembre del 2005, el representante del gobierno del Congreso Nacional Africano y embajador de la República Sudafricana en Cuba, T.Mtintso, rendiendo homenaje a los defensores de Cuito Cuanavale, dijo: “La tierra de Angola está empapada de sangre de los cubanos perecidos, y esta sangre alimenta el árbol de la libertad de nuestra patria”.
 
            Vale la pena añadir que no solo de sangre de los soldados y oficiales cubanos está empapada la tierra de Angola, sino también de sangre de los asesores, especialistas y traductores militares soviéticos. Ellos, al igual que sus compañeros cubanos y angoleños, combatieron no sólo en las cercanías de Cuito Cuanavale, sino también en los alrededores de Ondjiva, Cuvelai, Cahama, Xangongo y Chibemba. Encontrándose al mando de los complejos misilísticos de defensa antiaérea “Pechora”, “Volga”, “Kvadrat”, ellos protegían las capitales de las provincias angoleñas del Sur, tales como Namibe, Lubango, Menongue y otras ciudades contra la aviación sudafricana.
 
“! Ofrendaremos nuestra sangre por el soviético!”
 
             Los miembros de la Unión Rusa de Veteranos de Angola se acuerdan siempre con gran calor y agradecimiento de los hermanos de armas cubanos, con los cuales se encontraban en Angola. Nuestras relaciones siempre han sido cordiales y francas: el gesto característico de los cubanos para demostrar la fuerza de nuestra amistad en Angola eran dos dedos de las manos fuertemente cruzados con palabras simultáneamente pronunciadas: “!Ruso, cubano - amistad para siempre!”. No eran meras palabras. En los años 1975-1976, algunos tanques cubanos en Angola llevaban la consigna en español: “¡Ofrendaremos nuestra sangre por el soviético!”. Nuestros especialistas recuerdan con reconocimiento: “Los cubanos en Angola creían que no tenían derecho de arriesgar la vida de ningún especialista soviético, y donde se podía, nos protegían”. Los miembros de la Unión Rusa de Veteranos de Angola quedan profundamente agradecidos a los hermanos de armas cubanos.
 
            Los combatientes internacionalistas rusos que pasaron por Angola, guardan cuidadosamente en la memoria aquellos acontecimientos: recopilan remembranzas, fotos, videos y documentales, organizan exhibiciónes y exposiciones de fotografías. Así, en la exposición denominada “¿Y con la sangre rusa no bermejea la tierra de Angola?”, organizada en Moscú en el año 2006, la Unión Rusa de Veteranos de Angola dedicó una parte considerable a la hazaña de los internacionalistas cubanos en Angola y nuestra amistad de combate. Entre los objetos expuestos estaba la bandera cubana perforada por cascos de metralla, que se había traido como regalo a los asesores militares soviéticos. En cierto tiempo aquella bandera ondeaba orgullosamente sobre la ciudad de Cuito Cuanavale, el “Stalingrado africano”, que nunca se entregó a las tropas sudafricanas, y que hombro con hombro defendían los soldados y oficiales angoleños, cubanos y soviéticos.
 
Actividad internacional
 
            Los objetivos principales de la actividad internacional de la Unión Rusa de Veteranos de Angola consisten en contribuir al desarrollo de relaciones políticas, económicas, sociales y otras que se han formado históricamente con la República de Angola y la República de Cuba, difusión a nivel internacional de la verdad histórica sobre el aporte de la URSS, Rusia y Cuba a la victoria del movimiento de liberación nacional en África, formación de estados jóvenes de África, defensa de su soberanía, desarrollo de su esfera social, medicina, educación y cultura, así como al desarrollo de los lazos con organizaciones sociales de veteranos extranjeras.
           
Nuestra Unión desarrolla de forma activa las relaciones con los veteranos cubanos y con regularidad participa en los actos que se llevan a cabo por la Embajada de Cuba en Moscú. En octubre del año 2008, una delegación de la Unión visitó la República de Cuba y estableció relaciones con los dirigentes de la “Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana”. El vicepresidente de esta asociación, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Héroe de Cuba, general de brigada Harry Villegas Tamayo fue condecorado con la medalla “Unión de Veteranos de Angola” como galardón oficial de la Union.
 
            En el curso de la visita fue acordado el Memorándum de intenciones entre la Unión Rusa de Veteranos de Angola y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana que prevé una colaboración estrecha por las direcciones mutuamente ventajosas. La Unión aprobó el “Llamamiento al pueblo de Cuba y veteranos cubanos de Angola”, en el cual se manifestó por restablecer y desarrollar la cooperación multilateral entre Rusia y Cuba, ampliación de lazos y contactos con los veteranos cubanos y angoleños de la guerra en Angola, levantamiento inmediato del bloqueo económico injusto de Cuba.
 
Mediante la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana fue organizado un encuentro de los miembros de la delegación de la Unión con veteranos cubanos de la guerra en Angola. Durante el encuentro se efectuó el intercambio de recuerdos, fotografías y ediciones impresas. Se plantea llevar a cabo tales encuentros en el futuro.
 
Condecoración “Unión de Veteranos de Angola”
 
La Unión de Veteranos de Angola ha instituido esta condecoración que es una forma especial de distinguir a personas, incluyendo las extranjeras, que en su tiempo prestaron apoyo y ayuda a la República Popular de Angola (República de Angola) en la solución de asuntos militares, diplomáticos, económicos y otros o contribuyeron al desarrollo de relaciones sociales, culturales y económicas entre nuestros países.
 
 La condecoración “Unión de Veteranos de Angola” tiene una simbología original y consta de los siguientes elementos fabricados de tompak y alpaca:
- base: una corona metálica de laurel y roble de color argentado, símbolo de la Gloria y Valentía;
- sobre la corona está colocado el escudo ovalado metálico de color dorado con la imagen esquemática del mapa de Angola de color verde (esmalte caliente de joyería). El escudo simboliza la Seguridad y Protección. Esta apariencia es parte integrante del emblema de las tropas de infantería, fuerza aérea y marina de guerra de Angola;
- una estrella de cinco puntas en la parte superior del escudo es el símbolo común del Ejército para la URSS (Rusia), Angola y Cuba;
- en el centro de la condecoración se encuentran el fusil de asalto Kalashnikov y una antorcha cruzados. El fusil de asalto simboliza la ayuda militar soviética y rusa a Angola, y la antorcha personifica la colaboración cultural y económica con Angola. La antorcha se ha ejecutado a modo de la flor endémica “Rosa de Angola” que es uno de los símbolos nacionales del país;
- manos cruzadas en un apretón amistoso: una mano es clara y la otra - oscura, que se han esmaltado a caliente y simbolizan la solidaridad de la URSS y Rusia con el pueblo de Angola en la lucha de liberación nacional contra el colonialismo, por la liberación nacional e independencia;
- en la parte inferior de la condecoración se halla una cinta celeste cubierta con un esmalte de joyería a caliente, con la leyenda en ruso hecha con letras doradas “Unión Rusa de Veteranos de Angola”.
La condecoración tiene las dimensiones de 45x55 mm y cuelga del galón de 36x46mm con la ayuda de un anillo. El galón tiene una cinta de moaré rojo. La codecoración con “espadas” se entrega a los participantes de acciones combativas.
 
Cada condecoración tiene su número ordinal y se entrega con el certificado que da derecho de llevarla. La entrega de la condecoración se efectúa mediante la resolución del órgano supremo que es el Consejo de la Unión Rusa de Veteranos de Angola.
 
  
 
***
 
Entre los Miembros Honoríficos de la Unión Rusa de Veteranos de Angola ya figuran muchos ciudadanos cubanos que han hecho gran aportación a la ayuda internacional para el pueblo de Angola en la lucha por la liberación nacional e independencia y a la causa del desarrollo y fortalecimiento de la amistad y cooperación entre Rúsia y Cuba. Entre ellos figuran: general de brigada Arnaldo  Tamayo Méndez,  Héroe de la Republica de Cuba; general de cuerpo de ejercito Álvaro López Miera viceministro primero de las FAR de Cuba, jefe del Estado General Mayor; ex-embajador de Cuba en Rusia J. Martínez; embajador actual de Cuba en Rusia J. Valdez Figueroa, así como los veteranos de Angola, combatientes internacionalistas: Armando Arias, Carlos Valdez, R. Hernández Merino, K. Martínez García, L. Meres Santiesteban, Gerardo Gullermo, J. Miguel García Montano y otros.
 
Texto por Sergei KOLOMNIN
 
Dirección postal de la Unión Rusa de Veteranos de Angola:
 
Plaza “Smolienskaya”, Edif. 13/21, oficina 161. Moscú C.P.121099,
Tel.: (985) 920-88-09


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